jazzeando filosofia con niños: uma camino improvisante para una nueva pedagogía

Resumen

Este artículo se basa en el contenido de la conferencia que ofrecí en el Congreso del ICPIC de Madrid, titulada "Improvisar como forma de indagar e inventar" en la que introduje la metáfora del jazz para la educación y la filosofía. Los argumentos propuestos también están adaptados para responder a algunas cuestiones críticas planteadas por Gert Biesta en su conferencia sobre el trabajo filosófico con los niños y la consecuente experiencia en las escuelas a través de programas de filosofía para / con niños. Mi contribución a la discusión trata de dos focos principales. El primero es teórico, y considera la improvisación como expresión del constructivismo cognitivo humano y como una forma de adaptación / exaptación de la agencia humana en el medio ambiente. La improvisación es interpretada como una forma privilegiada de "pensamiento complejo", en la cual los tres componentes identificados por Lipman - pensamiento crítico, creativo y preocupación - se integran y se implementan mutuamente. El segundo enfoque es pragmático y propone ocho características "jazzísticas" que encarnan la educación en la dimensión de la improvisación, abriendo la enseñanza a la auténtica experiencia de cambio implícita en el crecimiento/envejecimiento y en la que la estabilidad de las identidades está siempre en riesgo. Se propone una forma jazzística de hacer / ingenio / con los niños como antídoto para el riesgo de la aprendización de la educación y de la capitalización de las habilidades humanas - a los que, según Biesta, la filosofía para / con niños parece estar expuesta en su aplicación escolar – a la vez que proponemos un marco de jazz para una nueva "pedagogía pobre".