de la pandemia a la polifonía: “declaración de dependencia” comunitaria

Resumen

En tiempos de crisis, las conexiones entre personas, culturas y sociedades parecen ser los principales antídotos disponibles contra los riesgos del individualismo, la autorreferencialidad y la cultura del desquite. La conectividad ofrece oportunidades para alimentar la generatividad humana (Santi, 2021) al servicio de futuros mejores y escenarios cosmopolitas, contraponiéndose al engaño de las economías autárquicas, la retórica del nacionalismo político y el refuerzo de la polarización social a través de la competencia/marginalización, lo que se aplica también a la educación. La pandemia que sobrevino en 2020 trajo consigo tanto riesgos de aislamiento como oportunidades de conexión: ha sido una situación paradójica e incluso paroxística que nos ha desafiado a reflexionar sobre las formas de dependencia, especialmente en contextos de instrucción. El estímulo para una investigación que se llevó a cabo con 817 estudiantes de la Universidad de Padua fue el provocativo título de un álbum de conocidos músicos: "Declaración de dependencia". El objetivo era reflexionar acerca de las dependencias en la forma de roles regulares como "estudio/estudiante" que son importantes para nuestra existencia humana, y que se vieron profundamente alteradas por la "sindemia" (Singer, 2009). Nuestra aspiración era explorar qué significa pertenecer a una universidad pujante cuyo objetivo general es estar al servicio de las dependencias de las personas en una comunidad generativa de horizontes de futuro. Nuestros esfuerzos desembocaron en la redacción de la "Declaración de Dependencia", un manifiesto compartido escrito por el grupo de investigación que enumeraba una lista exhaustiva de las dependencias autodeclaradas de los estudiantes, y que posteriormente se compartió con la comunidad universitaria en varios idiomas. Esto condujo, a su vez, al uso de la Declaración para poner en marcha múltiples grupos focales, que debatieron estas dependencias en un entorno dedicado al diálogo y a la práctica del pensamiento complejo. Posteriormente, en un taller realizado en 2020 en la 20ª Conferencia Bienal del Consejo Internacional de Investigación Filosófica con Niños (ICPIC) en Tokio, abrimos una dimensión internacional sobre las reflexiones que nos habían ocupado en el contexto de la Universidad de Padua. Allí, el objetivo era reflexionar sobre las dependencias personales, colectivas y educativas del momento histórico actual a través de la práctica de la comunidad de investigación filosófica, que ofrece un tiempo y un espacio paradigmáticos para compartir, escuchar, cuestionar y adquirir perspectiva. El taller de la conferencia ofreció a un grupo internacional de investigadores y hacedores de diversos contextos sociopolíticos la oportunidad de deliberar sobre cómo la pandemia ha afectado tanto a su comunidad local como a la mundial. Considerando los nuevos retos educativos y filosóficos planteados por la pandemia, el grupo expresó una urgente necesidad de deconstruir los límites establecidos y volver a "los orígenes". Invocando metáforas tomadas del mundo natural (Roversi et al, 2022), una indagación sobre la naturaleza y el alcance de nuestras dependencias fundamentales nos recuerda que formamos parte de una ecología sociocultural que se enraiza y nutre en nuestra relación con otros. Una comunidad que entiende sus dependencias como dones que nos llaman a diseñar un futuro mejor podría, de hecho, representar el presagio de un mañana mejor.