pensamiento como dos – filosofía, pensamiento crítico y comunidad de investigación

Resumen

Los partidarios del movimiento de filosofía para niños afirman a menudo que la filosofía es la materia para enseñar a los niños si deseamos mejorar su pensamiento crítico. Afirmando que solamente la filosofía abarca el conjunto del emprendimiento del pensamiento crítico, y que solamente ella enseña la metacognición, estos autores están a favor de su inclusión en los planes de estudios de la escuela fundamental y secundaria. Con todo, si aceptamos una descripción bastante aceptada del pensamiento crítico como una actividad que requiere tanto aptitud como disposición, la disciplina filosofía, independientemente de cualquier pedagogía particular, ella no ofrece por sí sola la capacidad de mejorar todos los aspectos del pensador crítico. De hecho, si estuviera acompañada de una pedagogía “incorrecta”, la enseñanza de la filosofía no hace nada para estimular la disposición de pensar críticamente. La pedagogía de la comunidad de investigación, sin embargo, sí estimula tal disposición, incluso independientemente de su uso en la enseñanza de la filosofía. Como modelo público del proceso de pensamiento crítico, esta pedagogía actúa como "vehículo de entrenamiento" del pensador crítico, permitiendo al individuo que observe y participe del proceso. La expectativa del educador es que la exposición al modelo, en su debido tiempo, da lugar a su internalización. Mientras que la filosofía en sí misma puede no mejorar la aptitud o la disposición críticas, la naturaleza de la disciplina permite de manera única la práctica eficiente, productiva, y extendida de la comunidad de investigación en un contexto educativo. Y es este vínculo indirecto entre la filosofía y el pensamiento crítico, un vínculo mediado por la pedagogía de la comunidad de investigación, que debería ser citada por quienes proponen la filosofía para niños.