¡malditas invasiones curriculares!

Resumen

El artículo dialoga sobre las imágenes curriculares utópicas que, expresadas en la escuela, representan los logros ideales de conducta, comportamientos destinados a agotar la vida en unos planes de estudios que insisten en el encuadre. El objetivo es, pues, cuestionar la lógica casi imperial de transmisión de imágenes de las prácticas curriculares. El proceso de captura de imágenes de las prácticas curriculares lanza a profesoras y profesores a este medio de productores-consumidores de la sociedad del hiperespectáculo, de facilitadores de la sociedad de la transparencia, proponiendo una falsa eliminación de las asimetrías de fuerzas y convirtiéndolo todo en una especie de entretenimiento destinado a la renovación incesante de placeres y emociones. Para ello, son fabuladas escenas escolares que juegan con la lógica de las estabilidades curriculares. Si, en este contexto, la escuela y la profesora se ven obligadas a registrar los currículos en imágenes casi mediáticas, nos interesa producir imágenes en el límite de lo aceptable. Después de todo, ¿qué se entiende por currículos? ¿Qué sentidos son producidos a partir de estas invasiones de imágenes? Una escuela que propaga imágenes perfectas de la clase, de alumno, de profesora, etc. pero llora la vida más de lo que realmente la produce. Por otro lado, ¿cómo podemos producir imágenes más allá del gobierno de la vida? ¿Es posible afirmar la escuela como una potencia del infinito?