intersubjetividad: un mirar sobre la comunidad de investigación filosófica

Resumen

El paradigma de la intersubjetividad profesado por Jürgen Habermas fundó una forma de llegar a consensos racionalmente fundamentados. Su obra apunta a la idea de que lo que mantiene a las personas en una actitud de acción comunicativa son las fuerzas de la fundamentación racional y de la motivación racional. Al analizar la dimensión intersubjetiva de la práctica de la comunidad de investigación filosófica, nos damos cuenta que es posible verificar el pasaje de una autonomía de la razón centrada en el sujeto (un pensar por sí mismo), a la práctica de una racionalidad comunicativa (centrada en un pensamiento en comunidad). Los presupuestos inevitables de la comunicación fundan y mantienen las comunidades y permiten el clima de confianza y de cuidado que posibilita que los miembros de la comunidad piensen libremente y se dejen guiar por la fuerza del we, del nós, del nos-otros. No es solamente en contexto de comunidades de investigación filosófica que se verifican las potencialidades del paradigma de la intersubjetividad de Habermas. También en la discusión entre especialistas podemos encontrar esas potencialidades. Fue, en cierta medida, este rastro el que conseguimos trazar al investigar los diferentes abordajes de Ann Sharp, David Kennedy y Giuseppe Ferraro sobre la noción de comunidad de investigación filosófica. El diálogo establecido entre estos filósofos y el concepto de comunidad de investigación filosófica, sus argumentos y las formas de concreción del diálogo filosófico en comunidad, dan cuenta de la fecundidad de la racionalidad comunicativa. Sabemos que el concepto de comunidad de investigación filosófica, tal como es pensado y vivido por Ann Sharp, es distinto del concepto de comunidad de investigación filosófica de David Kennedy. Entendemos que el círculo del pensar de Giuseppe Ferraro es un otro abordaje al pensamiento filosófico en comunidad. Sin embargo, en nuestra investigación estos abordajes entraron en diálogo y, en buena medida, debido a lo que es permitido por el propio movimiento de una racionalidad comunicativa. Estas posibilidades de diálogo se dan en el presupuesto de una relación intersubjetiva también entre conceptos, experiencias y pensamiento sobre los conceptos y las experiencias. El camino recorrido entre la comunidad de investigación filosófica entendida como espacio de intersubjetividad (Sharp, 1987), pasando por la apertura de la comunidad de investigación filosófica a otras dimensiones no discursivas de la comunicación (Kennedy, 1994) y avanzando hacia el círculo del pensar que llena el espacio de tiempo y lo convierte en un lugar (Ferraro, 2018) revela cómo la comunidad de investigación filosófica es un concepto y una experiencia abiertos y fecundos: un concepto en acción.