Vers une convergence des luttes ?

Droits des femmes et des peuples autochtones

Resumen

Los excluidos del debate filosófico desde hace milenios constituyen la mayoría de la humanidad. ¿Acaso el discurso socrático no estaba destinado a todos? No a las mujeres. Sus palabras no se consideraban dignas de ser escuchadas del mismo modo que las de aquellos que grabaron sus nombres en la historia. La presencia de las mujeres sólo se consideraba a la sombra de un gran hombre: Hiparquia era la esposa de Crates, Madame du Châtelet la compañera de Voltaire, etc. Hasta el siglo XX, la filosofía, a pesar de su voluntad de pensar libre y críticamente el mundo, hizo poco por cuestionar las jerarquías de hombre y mujer, dominante y dominado, occidental y autóctono, etcétera. Para un Diógenes, un Sócrates y un Montaigne, ¿cuánta legitimación del orden establecido? Pensar en los demás en términos de su igualdad y diferencia, darles un lugar en el debate y no hablar en su nombre parecen ser los puntos ciegos de la filosofía académica. Sin embargo, en las últimas décadas han surgido nuevas voces. Aunque estas luchas pueden considerarse distintas, también pueden converger y crear una nueva emulación, un nuevo movimiento de pensamiento. Es el caso del ecofeminismo, que este artículo se propone abordar.