“los dientes afilados de la vida prefieren la carne en la primera infancia”: etno-cartografiar con ojos de bestia

Resumen

En este artículo, estamos dispuestos a ejercer una etno-cartografía de pantalla en agencia con la película Beasts of the southern wild (2012) dirigida por Benh Zeitlin. Nos embarcamos en un experimento cinematográfico que condujo a una escritura para artistar e infantilar (nuestras) formas de vida. Apostamos por el cine y la infancia como posibilidades de ensayar un tartamudeo del lenguaje para la creación de nuevos mundos y formas de vivir. Las imágenes del cine menos como representación y más como arte que propone la incompletitud, la fisura, un hueco en las apariencias. La infancia como ejercicio de diferenciación y resistencia a las narrativas dominantes en un contexto dado. La infancia como experiencia límite del/en el lenguaje, exponiendo incansablemente la condición humana frente al mundo. Así, acompañando al protagonista de la trama, la pequeña Hushpuppy, una niña de seis años residente de la 'Isla Charles Doucet', tratada todo el tiempo como “la Bañera”, nos estremecen las formas de vida allí presentes, consideradas bestiales y no reconocidas por los hombres de la ciudad. Hushpuppy, su padre y amigos se resisten a los intentos de destruir su existencia por parte de fuerzas estatales que intentan domesticarlos, imbuidos de la lógica en que los primitivos deben venir para la civilización, así como los niños deben convertirse en adultos.