lyotard y el niño filósofo

Resumen

La descripción del filósofo de Jean-François Lyotard utiliza una metáfora que compara el filósofo al niño. Este artículo describe el uso de la metáfora del niño en relación a la filosofía a través del trabajo de Lyotard. En general, el problema histórico de la filosofía para Lyotard es que ella ha sido entendida involucrando maturidad, maestría, adultez. El estereotipo del filósofo sabio puede sugerir un experto maduro que sabe todo, Lyotard lo rechaza. Para Lyotard el filósofo es el niño que busca respuestas, pero no puede dominarlas. La sabiduría del filósofo es semejante a la filosofía de Sócrates, que es sabio porque conoce las limitaciones de su conocimiento y no presume ser un maestro. Además de eso, el filósofo es aquel que escucha lo que aún no fue articulado y dice algo nuevo. El lenguaje filosófico no solo relata u observa, el crea expresiones de lo que es nuevo sintonizándose con algo latente en el mundo. (WP, p. 95). Por tanto, las respuestas no serán dominadas, comprendidas o acertadas. En el trabajo tardío de Lyotard, el modo o método de la filosofía es más próximo al juicio porque los problemas que ella examina son abiertos a las discusiones futuras. La ligación de Lyotard entre la filosofía y la infancia ayuda a evitar un entendimiento de la filosofía basado en la racionalidad técnica para la cual el dominio es el objetivo. Comprender el mundo exclusivamente por las categorías de medios llevando a fines, llevando asumir respuestas definitivas, dominio, pericia. Aunque muchas interpretaciones de la filosofía subrayan el saber práctico obtenido de manera concluyente o la busca de dominio, Lyotard ve esas fuerzas como enemigas del pensamiento filosófico que requiere más apertura a la infancia. En consecuencia, la filosofía es plenamente política por promover una pequeña voz contra la fuerte e impresionante prisión a favor de lo práctico, de lo eficiente, y del discurso capitalista.