nasruddin hodja, un maestro de la vía negativa

Resumen

Tradicionalmente, la vía negativa es un proceso por el cual el proceso mental se vuelve hacia la búsqueda de la verdad sobre su objeto a través de la negación de aquello que él no es, antes que la afirmación de aquello que él es. En la dialéctica, el momento negativo es aquel en que examinamos críticamente una proposición por medio de la afirmación de su contraria. Pero, en filosofía, como una pedagogía o como una práctica, hay una tradición – tal como en Sócrates, los cínicos o el maestro Zen – más bien preocupada en interrumpir el proceso mental y obtener silencio que en propiamente explicar. La filosofía aquí entonces poco tiene que ver con “ciencia” y más que ver con una concepción ascética del “ser”, donde se muestra el absurdo del discurso, común o erudito. La consciencia, por lo tanto, vuelve se la condición y la substancia de la verdad, en una especie de antifilosofía. La antifilosofía, que pretende mostrar y chocar, más que decir y explicar, ya está muy presente y visible en el interior de la propia filosofía, como por ejemplo, en la figura de Sócrates, y su ironía devastadora, esta forma de hablar que, como sabemos, dice exactamente el contrario de lo que dice. En este contexto, el cínico, con su total falta de respeto hacia todo y hacia todos, ofrece un ejemplo histórico interesante: es el caso raro de una escuela filosófica cuyo nombre es utilizado más bien como una condena moral. El personaje turco del siglo XIV, Nasruddin Hodja, tiene mucho que ver con esta tradición. Aunque Nasruddin se inscriba en la corriente Sufi, él es conocido, sobre todo, por sus numerosas historias, extravagantes y divertidas, muy populares en todo el Mediterráneo. Pero, por detrás de la superficie cómica de una tradición oral, descubrimos insights profundos y provocadores sobre el hombre, el mundo, el lenguaje, la verdad, y muchos otros asuntos.