Hipertiroidismo en la gestación
DOI:
https://doi.org/10.12957/rhupe.2014.12131Resumen
El objetivo de esta revisión es destacar que la identificación precoz del hipertiroidismo en la gestación posibilita el inicio adelantado del tratamiento, evitando graves consecuencias para la salud materno-infantil. La prevalencia de hipertiroidismo en la gestación varia entre el 0,1% al 0,4% y puede manifestarse clínicamente como hipertiroidismo subclínico, tirotoxicosis y crisis tirotóxica. Se sospecha el diagnóstico por la ocurrencia de perdida de peso, sudores, ansiedad, taquicardia, hipertensión arterial y aumento del volumen de la tiroides, siendo confirmado por la supresión o no detección de los niveles séricos de TSH y por elevación del T4L. El TRAb deberá ser solicitado cuando la etiología fuese desconocida, en aquellas pacientes sometidas al tratamiento con yodo radioactivo o tiroidectomía antes de la gestación por enfermedad de Graves (DG) o con hallazgos clínicos compatibles con la enfermedad. Las gestantes con hipertiroidismo deben ser acompañadas con dosificación de TSH, T4L y T3L en la primera consulta prenatal y mensualmente. El tratamiento del hipertiroidismo se basa en el uso de propiltiouracil (PTU) y metimazol (MMZ). En el primer trimestre de gestación se debe usar el PTU debido a los efectos del MMZ en nivel embrionario. Sin embargo, el PTU deberá ser substituido por el MMZ después de este periodo por su hepatotoxicidad. Pacientes que usan PTU deben tener enzimas hepáticas monitoreadas durante el tratamiento a cada cuatro semanas, así como la función tiroidea. El diagnóstico precoz, la identificación de la etiología y el tratamiento precoz y adecuado del hipertiroidismo son importantes para evitar complicaciones como: crisis tirotóxica, aborto, hipertensión gestacional, bajo peso al nacer, restricción de crecimiento intrauterino, mortalidad al nacer, disfunción tiroidea neonatal, parto prematuro y desprendimiento prematuro de placenta.Descargas
Publicado
2014-07-29
Número
Sección
Artigos