La evaluación médica del adulto mayor que se cae
DOI:
https://doi.org/10.12957/rhupe.2014.10120Resumen
El envejecimiento puede provocar alteraciones que impactan negativamente el equilibrio y la marcha, aumentando así la vulnerabilidad de los adultos mayores a las caídas. Durante una consulta médica, muchos adultos mayores no mencionan sus dificultades para andar, algunos no se refieren a haberse caído ya porque consideran que éste es un problema normal que forma parte del envejecimiento y porque desconocen las intervenciones que puedan minimizar el problema. La inestabilidad postural es considerada un síndrome geriátrico con señales, síntomas propios y con etiología multifactorial. Una caída en un adulto mayor puede considerarse un evento centinela o una señal de alerta que anuncia un declive funcional, un cuadro infeccioso asintomático, o el efecto adverso de un medicamento o una patología subyacente sin señales y síntomas clásicos. El examen físico de un adulto mayor comienza incluso antes de su ingreso en el consultorio. El médico debe estar atento a la manera en la que él se levanta de la silla y anda, si necesita ayuda para levantarse o si usa algún aparato para ayudar a la marcha. La evaluación del equilibrio y de las alteraciones de la marcha, así como la investigación de la ocurrencia de caídas en adultos mayores debe ser muy cuidadosa; durante la entrevista clínica el médico debe preguntar abiertamente sobre los problemas de equilibrio, marcha y ocurrencia de caídas, así como conocer las circunstancias en que acontecieron. Habitualmente, las caídas son consecuencias de perturbaciones del equilibrio y de la marcha, algunas de éstas son típicas de patologías específicas, por esto, la observación cuidadosa de la marcha puede ayudar al médico a elaborar hipótesis diagnósticas más probables a fin de proponer intervenciones preventivas.Descargas
Publicado
2014-03-31
Número
Sección
Artigos