Barranquero, A. & Sáez, Ch. (2021). La comunicación desde abajo. Historia, sentidos y prácticas de la comunicación alternativa en España. Gedisa.

Autores

DOI:

https://doi.org/10.12957/rcd.2022.66571

Palavras-chave:

comunicación alternativa, España, medios alternativos, experiencias de comunicación alternativa

Resumo

Doce autores en siete capítulos nos ofrecen un libro inédito, necesario y de interés sobre un objeto indisciplinado sobre la comunicación alternativa en España, como lo califican los coordinadores de este libro monográfico. Perfectamente, sin embargo, es extensible a América Latina, ya que se nutre de su historia y sus prácticas, y dialoga de vuelta con ella. A través de las relaciones con las tradiciones -europea, latinoamericana y norteamericana- y las discusiones teóricas más actuales, nos adentramos en las prácticas alternativas y en los sentidos más profundos de esta comunicación otra.
Son siete capítulos, que tratan del campo conceptual; la historia de las radios libres y su influencia en España; las prácticas del cine militante, el video comunitario y participativo, y la televisión comunitaria; la cultura hacker y la búsqueda de la soberanía tecnológica; las políticas de comunicación y los marcos regulatorios del Tercer Sector en la península; la sostenibilidad de estas experiencias y medios, con la participación como eje neurálgico de estos procesos; y finalmente, la formación en comunicación alternativa y para el cambio social en España.
A cinco décadas del inicio de la conformación de un campo de la comunicación alternativa, los diversos autores buscan describir y explicar un espacio diverso y rico en complejidades, que se ve influenciado por la economía política de la comunicación, los estudios culturales y la teoría latinoamericana de la comunicación, pero también, desde la práctica, por experiencias mediáticas y activistas. Estas recogen, a lo largo de su historia reciente en España, la tradición de las radios libres de los ’70; la emergencia con fuerza, desde la transición en los ‘80, de medios y de las primeras redes alternativas de comunicación. Mientras, en los ’90, se va dando la formalización del campo, el auge de radios libres y movimientos glocales, que toman vigor en la década siguiente. En efecto, se da, por una parte, la lucha antiglobalización y altermundista durante los 2000, aunque, por otro, un reconocimiento marginal del Tercer Sector en la Ley General de Comunicación Audiovisual en la España de 2009. Después se dará un nuevo ciclo, a contar del movimiento social del 15-M de 2011, con la convergencia de las radios y medios libres con internet, sobre la base de la cultura libre y el procomún digital.
En relación con este proceso de décadas, hay varios aspectos a destacar del libro, como la discusión conceptual, siendo esta polisémica, diversa y situada, de acuerdo con los contextos nacionales y regionales. Esta está compuesta por diversas formas de expresión, representación y mediatización, sobre la base de la participación, horizontalidad y resistencia, como atributos afines o cercanos. Además, se defiende una base epistemológica crítica -y crítica del mediocentrismo, por cierto-, con vocación interdisciplinar, metodologías participativas y provocadora de una praxis transformadora. Este ejercicio teórico resulta fundamental para comprender, por una parte, las antecedentes del movimiento de radios libres, a contar de Mayo del ‘68 y las primeras experiencias de radios en Madrid y Cataluña, o hitos como el Manifiesto de Villaverde en 1983, que marcan la senda de este tipo de medios, cuyo espíritu es reivindicativo, tanto político y cultural como comunicativo. Por otra parte, esto se da en un contexto en que los medios comerciales y municipales se ubican por sobre aquellos medios educativos y culturales a inicios de los ‘90. Con cierta comodidad aquellos han impuesto límites para la democratización del sistema de medios en España, en un marco de modernización cultural mercantilista y una modernización política encauzada a través de la representación ciudadana en el poder legislativo.
Una serie de experiencias van dibujando el sistema de medios alternativos en España, que no se completan sin el cine y el vídeo, como lo fue Video Nou (1979), precedente del videoactivismo y video participativo en este país. Pese al declive, que se da en ciertos momentos en las décadas siguientes, el auge de la TV local y el activismo audiovisual cobran vitalidad, con un enfoque anti-todo (sistema, globalización, capitalismo, etc.), y con temáticas de derechos humanos, educación, justicia y transformación de las comunidades. Proyectos, enfoques y temáticas, que luego toman un nuevo impulso a través de proyectos alternativos por internet. Estos ven en el 15-M una oportunidad para desarrollar experiencias híbridas y estrategias de activismo en red, aun cuando se vean expuestos a la cibervigilancia, protección de datos, daños a la privacidad y brecha digital.  
Pese a esto, los movimientos sociales no solo han podido acceder al ecosistema digital por la reducción de costes, sino que también, como señalan Candón y Calvo, han promovido la coordinación entre activistas y han hecho uso de las tecnologías estos movimientos sociales. Ellos explican cómo España ha evolucionado desde una perspectiva ciberactivista a una tecnopolítica, que, en el fondo, es la apertura para usar las redes sociales del sistema masivo de comunicación con la creación de herramientas alternativas propias para el desarrollo estratégico de sus redes y movimientos. Ello lo hacen con alta apropiación tecnológica y alfabetización digital. Desde Indymedia, como pionera, hasta lo que pudo ser un “laboratorio social del procomún” durante el estallido del 15-M.
Este vasto conjunto de radios, activistas, videístas, cineastas choca, sin embargo, con políticas de comunicación insuficientes, que ponen en riesgo la pluralidad informativa, tanto en  España como en otros 29 países en Europa, según explican García y Lema, junto con la disminución de medios locales y próximos en España. Pese a las recomendaciones internacionales (2007/2008 y 2018, entre otras recientes, que son sin fuerza legal vinculante), España vive una mayor disonancia entre la legislación existente y el cumplimiento de ella, en cuanto a reconocimiento, sostenibilidad y promoción del Tercer Sector. Esto en un contexto de políticas de comunicación instrumentales en España y una reforma en curso, que podría regularizar muchas experiencias, aunque circunscritas a ondas de radio y TV, manteniendo la prioridad el binomio público y privado comercial. Otro aspecto para destacar es la discusión por la sostenibilidad de los medios, que es un tema, no solo por el reconocimiento y el acceso, sino por cómo se sostienen institucional, financiera y socialmente. La evolución, lamentablemente, no ha sido del todo favorable, ya que va desde la lucha constante por el reconocimiento hacia la cooperación, como vía de sostenibilidad social. Esto, frente a la institucionalización de los medios públicos, grandes grupos de comunicación privados y otros tantos medios independientes, que se fueron integrando a las lógicas de grupos de comunicación privados. No obstante, señalan Ramos y Bergés, el siglo XXI ha sido un tiempo de crisis, que ha generado más movilización y colaboración en la producción y gestión, favorecida por la cooperación digital.
Cómo incidir en estos procesos desde la investigación y la reflexión académica son parte de las constataciones y desafíos que deja la formación, según Barranquero y Sáez.
Tres factores, a su juicio, inciden en la formación: la relación entre activismo, medios de comunicación y ONGs; investigación académica asociada al desarrollo, democratización y derecho a la comunicación; y evolución de los estudios de comunicación en España, que va incluyendo paulatinamente la comunicación alternativa. Sin embargo, no ha habido una investigación sobre los aprendizajes que derivan de estas prácticas, aun cuando hay señas muy interesantes, por ejemplo, cómo los jóvenes adquieren competencias comunicativas en medios del Tercer Sector. En este sentido, las sinergias entre medios, comunicación, educación y radio universitaria pueden ser clave en el futuro, aun cuando las bases mercantilistas de la universidad, fijadas en el Proceso Bolonia, dotan a los estudios superiores de una racionalidad que deja fuera modelos alternativos de comunicación. Algunos ejes podrían subvertir ese orden: la formación basada en una mirada crítica al capitalismo y dialogante con movimientos sociales; medios comunitarios y mediaciones comunicativas; una epistemología crítica; y disputar propuestas de representaciones sociales inclusivas, desde estas experiencias. Esto puede dotar de sentido el para qué y el para quién de la comunicación social, argumentan los autores, desarrollando destrezas para el trabajo con comunidades, para dinamizar procesos y fomentar la participación.
Desde los ’60, se ha desarrollado en el mundo la práctica académica en este campo, aunque ha sufrido, como dice Sáez, de la triple invisibilización: en la historia de la comunicación social, dentro del sistema de medios, y en la investigación aplicada.  ¿Por qué entonces se resiste? ¿Por qué no entra en los marcos normativos ni tampoco en los planes curriculares de la comunicación social y del periodismo? ¿por qué no se proyecta desde un espacio transdisciplinar –que incluye hoy a la historia, el derecho y la teoría decolonial, entre otras ciencias auxiliares a este campo- como una alternativa posible de liberación de nuestros pueblos, usando nuestro derecho a la comunicación y nuestras prácticas comunicativas en contraste con las lógicas mercantiles de la otra comunicación? Algunas respuestas se encuentran en el libro, otras se prefiguran, y algunas quedan como desafíos y retos. Dentro de las primeras es que, sin duda, este libro contribuye a la memoria histórica de un sinfín de proyectos de medios, experiencias, redes, activistas, y colectivos de comunicación alternativa, que hablan de un derrotero significativo de lo que son los medios y la comunicación alternativa en España, pese a los obstáculos que pudimos reseñar. En lo segundo, que la experimentación e innovación son un territorio llano para compartir saberes y conocimientos, que buscan transformar la realidad de su entorno y sus comunidades, ante las cuales, la investigación está llamada a explorarlas, describirlas y explicarlas. Finalmente, los retos son varios, aunque vale la pena destacar las necesarias políticas democráticas de comunicación para el siglo XXI, como también el ejercicio y defensa del derecho a la comunicación y el acceso y uso de las herramientas digitales en esta nueva era.

 

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Biografia do Autor

Raúl Rodríguez Ortiz, Profesor asistente en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile

Raúl Rodríguez Ortiz. Profesor Asistente de la Universidad de Chile. Licenciado en Comunicación Social, Periodista y Magíster en Comunicación Política de esta casa de estudios. Doctorando en Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Fue representante de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, AMARC Chile (2012-2016); Jefe de Carrera de Periodismo (2014-2017) y Director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile (2017-2018). Miembro de la Red de Investigación en Comunicación Comunitaria, Alternativa y Participativa (RICCAP) y del Centro de Producciones Radiofónicas (CPR) y fundador del Núcleo de Investigación y Creación Radial y Sonora de la Universidad de Chile. Creador del sitio www.sonora.media. Se ha especializado en el estudio de la comunicación alternativa. En específico en la radio social y creativa, como también en la investigación y creación de radioteatros y, más recientemente, de documentales sonoros.

Publicado

2022-07-08 — Atualizado em 2023-09-25

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Como Citar

Ortiz, R. R. (2023). Barranquero, A. & Sáez, Ch. (2021). La comunicación desde abajo. Historia, sentidos y prácticas de la comunicación alternativa en España. Gedisa. Revista De Comunicação Dialógica, (7), 127–131. https://doi.org/10.12957/rcd.2022.66571 (Original work published 8º de julho de 2022)

Edição

Seção

Resenhas