Sexualidad, Salud y Sociedad

REVISTA LATINOAMERICANA

ISSN 1984-6487 / n.5 - 2010 - pp.179-184 / www.sexualidadsaludysociedad.org




CABRAL, Mauro (ed). 2009. Interdicciones. Escrituras de la intersexualidad en castellano. Córdoba, Arg.: Anarrés Editorial (Edición electrónica. Disponible en: http://www.mulabi.org/)



Azucena Ojeda Sánchez

Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones

Universidad Nacional Autónoma de México / Cuenta Conmigo “Diversidad sexual incluyente A.C”

México D.F.


> aojedaunam@gmail.com




Admitámoslo, existen libros tan distintos como los cuerpos que los leen, como las lecturas que se realizan, como las afecciones que logran provocar al concluirse la obra. Algunos textos comparten saberes especializados volviéndose lecturas casi “obligadas” por la profundidad y relevancia teórica con la que abordan determinados asuntos, otros que se tornan casi indescifrables por el tipo de escritura y el lenguaje en clave que desafían la agudeza del lector/a, otros francamente aburren o se olvidan, algunos más se vuelven adversarios, por fortuna también otros nos transforman al punto de ya no ser los mismos. Admitámoslo, cuando uno lee un libro se establece un vínculo con el/los autor/res y con el texto, y con suerte se pone a disposición la subjetividad, se logra escuchar un relato, se alcanza a texturizar el cuerpo teórico, se siente el corazón de la obra. El libro que presenta Mauro Cabral, Interdicciones. Escrituras de la intersexualidad en castellano, se presenta a los lectores como uno de esos textos que quedará en su memoria, por diversas razones.

A propósito de las palabras que buscan describir la vida y su dimensión política, y de los lectores que buscamos entender tal intersección, Interdicciones logra a través de sus colaboradoras/es una polisemia de significados y de sentidos. En este libro, a diferencia de otros textos referentes a la intersexualidad, que abordan el tema –permítase la expresión– con cierta linealidad, ajenidad y distancia, encontraremos en sus páginas una diversidad de acercamientos a la vida de personas intersexuales, haciendo de la lectura un espacio íntimo donde se comprometen muchas voces y muchas historias. La escritura es coloquial, sin por ello perder su complejidad ni su sencillez. Es un texto contundente, combativo, queer; y al mismo tiempo sensible, cálido, afable. Produce vértigo y ganas de seguir inmersos en tanta información y sus distintas vertientes; también produce calma y anhelos de sensatez y prudencia ante el tema de la intersexualidad, a partir de cómo pensamos esos cuerpos.

¿Qué puede decirse cuando se nace con un clítoris muy largo o un pene muy corto? Demasiado desde los lugares de la vida ordinaria que se dispersan en las sociedades latinoamericanas, se escuchan voces, susurros, secretos de familia, gritos sin lugar a dudas. Se dice lo suficiente en el campo biomédico, se teoriza, se clasifica, se miente, se oculta, es sólo un problema minúsculo, casi microscópico, y sin embargo, hoy por hoy las palabras que producen el tema resultan insuficientes, escasas. Pero nada o muy poco hemos escuchado de lo que experimentan desde sus cuerpos, desde las narrativas biográficas de las personas intersexuales. Mauro Cabral atiende esos ecos y ese llamado y nos hace partícipes de ese encuentro. Primero, porque los textos están escritos en castellano –tal como el título del libro anticipa– y no en inglés; si bien la producción de saberes anglófonos ha sido determinante, el riesgo que conlleva es que se ha convertido en el modo de abordar el tema, omitiendo otras maneras de articular tal experiencia. Segundo, porque las palabras en castellano se dirigen hacia un sur global, bajo la necesidad de pensar geopolíticamente la vulnerabilidad de los cuerpos y sus correlatos políticos. Así, en el libro se integran distintos planteamientos provenientes de Argentina, Brasil, Costa Rica, España, México y Puerto Rico, que comparten particularidades sociales. Por todo ello, en Interdicciones se rescatan las voces de la subalternidad, al decir de Spivak, para dar lugar a sujetos de derecho y protagonismos políticos emergentes.

Las cuatro secciones de la obra, Articulaciones, Versiones, Conversaciones y Operaciones conducen a distintos espacios que producen discursos sobre los cuerpos intersex y sus mecanismos de poder. Las descripciones a lo largo de las páginas nos situarán en hospitales, sus pasillos y consultorios; también nos trasladarán hacia hogares, para mirar lo que experimentan y se interrogan las familias; otra colocación provendrá de los medios de información y la ajenidad con que miran este tema; sin olvidar otros espacios: calles, escuelas. Lugares donde se habla de la ambigüedad genital, donde se problematizan los cuerpos de esas vidas y las vidas de esos cuerpos. Cada quien decidirá adónde detenerse.

Articulaciones es una sección integrada por cinco trabajos teórico-políticos cuyos artículos posicionan la mirada en la intersexualidad, señalando la relación de ambigüedad y los discursos médicos, que se entretejen. Mi lectura de estos artículos será un mínimo esbozo con el propósito de invitar a los lectores a que se sumen a este recorrido.

Eva Alcántara Zavala se centra en la pobreza existente en México y su relación con la intersexualidad, haciendo una interesante “radiografía” de los espacios hospitalarios que dan atención a personas intersexuales. Más que una descripción, la autora articula una denuncia de los procedimientos del dispositivo médico. Muestra cómo se dan las relaciones asimétricas de poder y la violencia institucional que –a veces “sin querer”– se ejerce, dado que todo procedimiento sería por el bien del paciente. Los relatos que la autora presenta dan cuenta de cómo se silencian las voces de los afectados/as, cómo se materializa el poder y sucumbe la subjetividad; nos retrata la pobreza no sólo económica sino en el plano de las posibilidades de hablar e interpelar de los “sin voz”, aunque aparece también, a través de sus testimonios, una posibilidad para la autodeterminación.

En otro texto, Isadora Lins França presenta una manera de ver cómo se problematiza la vida a partir de un cuerpo ambiguo. Recurre a notas publicadas en distintos medios periodísticos latinoamericanos para analizar los discursos producidos, las fantasías generadas y el sentido común con respecto a la intersexualidad: el pretexto es el caso de la atleta brasileña Edinanci Silva. Quizás el juego de espejos que la autora hace –entre el reflejo de una sociedad regulada por la heteronormatividad y un acontecimiento que obliga a hacer pública la condición intersexual–, sea lo que permite ver, en última instancia, los engranajes sociales que están detrás de las disputas por comprender el género y la sexualidad. En este sentido, Lins França rastrea las transformaciones que ha tenido la categorización del sujeto intersexual en la historia, las palabras con que actualmente se lo nombra y sus efectos en las formas en que los medios masivos de comunicación –y la sociedad, en su conjunto– califican, vigilan y legitiman la “apariencia”.

El texto elaborado por Luciana Lavigne ubica su reflexión en las regulaciones biomédicas hacia la ambigüedad genital de recién nacidos tratados en hospitales de Buenos Aires. Es un trabajo sumamente valioso por el tipo de información que ofrece y su intención de desnaturalizar los saberes hegemónicos y las relaciones donde entra en juego el dispositivo de la sexualidad. Se trata de fragmentos de entrevistas a médicos como el que sigue, que da cuenta de un corpus medicalizado que tiende a la normalización corporal, como trasunto de un imperativo heterosexual que orienta las intervenciones quirúrgicas:

Nosotros pensamos en la asignación del sexo de una persona no pensando en su identidad de género en realidad, sino en el tamaño de su falo, ¿esto qué es? Estamos presumiendo que esa persona va a tener relaciones heterosexuales, o sea, va a ser heterosexual, ¿entendés el razonamiento? Nosotros decimos, bueno, este varón tiene un pito muy chiquito, es un pito no funcional, entonces hay que tratar de hacerlo funcional ¿por qué? Si por ahí la elección de su objeto sexual el día de mañana es distinta a la heterosexual y su falo por ahí no lo precisa para tener relaciones sexuales placenteras. Sin embargo, nosotros decidimos basarnos muchas veces en ese pensamiento (:58).


Nuria Grégori Flor, la cuarta autora de esta sección del libro, comparte de manera anecdótica y también contestataria, lo incómodo que puede resultar abrir el tema de la intersexualidad en el contexto español. En un encuentro entre médicos, la autora se atrevió a interrogar la legitimidad del discurso y de las prácticas médico-científicas, apoyada en relatos de personas que han atravesado por procesos y tecnologías de asignación de sexo. Ello supone, como plantea Grégori Flor, que invertir el orden de las preguntas implica, de algún modo, subvertir el orden social. En este texto se da cuenta de cómo opera el biopoder, y también de las prácticas de resistencias en esa relación.

Paula Sandrine Machado, cuyo texto cierra la sección Articulaciones, se propone analizar narrativas médicas sobre los cuerpos intersex. Insiste en el papel del sistema clasificatorio y sus efectos en la vida de las personas intersexuales. Pero el lector verá que no se trata de una reiteración de lo ya dicho en los artículos anteriores. El factor clave es la noción de “ambigüedad”, que le permitirá desmembrar la relación entre la medicina y la intersexualidad, escudriñando lo que Foucault abordó en sus planteamientos sobre el poder y la vida: reconocer la verdad de nuestro ser. Esto la llevará a replantear asuntos no sólo de teoría o de quehacer político, sino las virtudes y los riesgos que adquiere el lugar de la Bioética.

En este punto del libro habría un tránsito, de la voz de un otro, distinto, que mira la intersexualidad y presenta sus configuraciones, sus engranajes y sus fisuras – mediante entrevistas, testimonios y referentes teóricos para describir un proceso histórico, un margen o bien una marginalidad sexual– a otra dimensión en la siguiente sección, que se presenta como una voz en primera persona.

Versiones, recoge textos de Mauro Cabral con un claro posicionamiento político y una escritura tenaz, sensible, vívida y poética. A mi parecer el lector no dejará de sentirse afectado ante los aconteceres que describe y los actos que denuncia, que revelan cómo opera el régimen de la heterosexualidad impuesta y la producción de un sistema binario del género. Son fragmentos que incitan entonces a saber cómo el poder se apropia de la vida, y cómo puede actuar la vida contra el poder. Cuesta permanecer al margen de las palabras de Cabral, que emergen del dolor, la tristeza, el coraje, hacia una reivindicación corporalmente política. De manera tangencial y luego de terminar de leer esta sección, intuyo que sus versiones instan además a revisar en qué momentos de nuestras vidas nuestros cuerpos, cualesquiera que estos sean, han sido sometidos, maltratados, humillados y excluidos ante los cánones de los discursos de “verdad”. ¿Puede compartirse, en alguna de sus aristas, dicha vulnerabilidad corporal?

La tercera sección del libro, denominada Conversaciones, reúne tres entrevistas a personajes desde mi óptica sustanciales para el movimiento intersex. A partir de entrevistas individuales realizadas por Mauro Cabral, Natasha Jiménez, activista de origen costarricense; Marcelo Silverkasten, psicólogo argentino y Juan Carlos Jorge médico-investigador de Puerto Rico, cuentan sus historias, sus angustias, sus anhelos, abordan la problemática actual que tiene en la mira a la intersexualidad, y sus horizontes ético-políticos.

Por último, la sección Operaciones presenta una guía de actividades para expandir la lectura y profundizar los planteamientos del libro. Esta sección es una suerte de invitación a disentir, a involucrarse, a politizar e imaginar una comunidad política.


Se ha mencionado que Interdicciones aborda distintas miradas y conduce a distintos espacios. Se escribe sobre el cuerpo desde un adentro que deja pasar al lector y permite conocer la fuerza de los testimonios, la capacidad de deconstruir una inscripción histórica sobre el cuerpo, y las resistencias que hacen de la vida intersexual un cuidado de la existencia. Se escribe desde un afuera que deja al descubierto la trama de interrogaciones que se gesta en las sociedades latinoamericanas sobre la ambigüedad corporal y los discursos del dispositivo biomédico que subyuga la vida, que deforma cuerpos e intenta rectificar sujetos. Se escribe, además, desde los intersticios existentes en ese campo de fuerzas. Al decir de Cabral, “Es por eso que más importante, mucho más importante que la corrección política a la hora de nombrar, es el ejercicio de la capacidad para reflexionar en torno a esos modos del nombrar” (:108).

Interdicciones es, en efecto, una escritura de la intersexualidad, que hace que las palabras cobren forma y adquieran sentido. Después de leer la última página, puedo decir que más que las palabras, son las memorias, las ilusiones, el trabajo que hay detrás de todas estas voces, que piden ser escuchados, que comparten su arduo trabajo y sus luchas anónimas, que susurran sus secretos, y nos dejan sordos/as ante sus denuncias. Admitámoslo, existen libros que pasan desapercibidos, algunos más que no logran afectar el pensamiento sobre ciertos asuntos o no consiguen descolocar, aunque sea por un momento, el posicionamiento político del lector/a. Por mi parte, admito mi deseo de que este libro, en primer lugar disuelva, con la potencia de sus escritos, ciertos discursos que regulan los actos de prohibición al no admitir la existencia de un mundo intersex; y después, que sea una referencia que circule por el sur global, que deje asomar las angustias de una sociedad heteronormativa, y aun así la posibilidad de pensar en un “nosotros”. Interdicciones ha hecho, en ese sentido, su parte.